Al Metro le han dado duro los medios, las cartas al director, los manoseadores y los que recuerdan con nostalgia sus antiguos estándares de calidad. Pero sobre todo le ha dado duro el Transantiago, cuyos errores de diseño e implementación convirtieron al servicio en el pato de la boda. Blas Tomic habló aquí por última vez como presidente de la empresa. Y lo defendió hasta el final.
Por Soledad Pérez y Héctor Soto; fotos, Verónica Ortíz.

 

  • 4 Mayo, 2007

Al Metro le han dado duro los medios, las cartas al director, los manoseadores y los que recuerdan con nostalgia sus antiguos estándares de calidad. Pero sobre todo le ha dado duro el Transantiago, cuyos errores de diseño e implementación convirtieron al servicio en el pato de la boda. Blas Tomic habló aquí por última vez como presidente de la empresa. Y lo defendió hasta el final.
Por Soledad Pérez y Héctor Soto; fotos, Verónica Ortíz.

 

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