La historia comenzó el 2001. Ese año el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, inició una causa legal ante el tribunal de Milán acusando a The Economist por haberlo difamado en un artículo cuyo título de portada era “Por qué Berlusconi no es adecuado para liderar Italia”. Siete años después, el tribunal rechazó la demanda obligándolo […]

  • 28 Septiembre, 2012

Lo más leído