¿Aburrido del turismo empaquetado? Pruebe una experiencia alternativa y purificadora: a Santiago de Compostela, como un peregrino más, montado en bicicleta y por una de las rutas menos frecuentada. Son más de 800 kilómetros, pero el esfuerzo vale la pena, como lo comprobó Capital. 

  • 4 Abril, 2008

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