Sin pelos en la lengua reconoce que si hubiera sido ministro en febrero, no le habría dado luz verde al Transantiago. Simplemente “porque no estaba listo”. Cree en el liderazgo de la presidenta Bachelet, con quien dice tener mucho más en común de lo que parece. Acusa en parte al machismo por su baja popularidad, defiende a Andrés Velasco, descarta diferencias con el ministro del Interior y asume la triste realidad de la pérdida de la mayoría en el Senado.

  • 13 Julio, 2007

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