A punta de ensayo y error, no pocas empresas generadoras de energía intentan establecer una relación con las comunidades, autoridades locales y redes sociales para sacar adelante sus proyectos. Un mundo completamente impredecible que, hasta hace un tiempo, no era una variable esencial a la hora de definir la ubicación de las centrales. Hoy la cosa cambio y el interés público por estos temas ha destapado un nuevo frente, en el que hace falta mucho más que un buen acuerdo o compensación para dar el vamos a un proyecto. Las empresas están alertas y muchas claman por normas que regulen lo que denominan “tierra de nadie”. Por Paula Vargas; Ilustración, Ignacio Schiefelbein.

 

  • 19 Octubre, 2010

Lo más leído