La democracia tiene sus costos. Buenos ingresos, asignaciones y equipamiento son necesarios para un eficiente desempeño en el servicio público y, de paso, para competir por los mejores profesionales con el sector privado. Pero eso no implica que la opinión pública lo asuma con agrado, como se comprobó con el reciente impasse del bono para bencina. Capital recopiló buena parte de los beneficios que otorgan la ley …y la práctica. Una advertencia: dejamos fuera a los municipios, porque ahí hay material suficiente para otro reportaje.

  • 2 Septiembre, 2008

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