Fácil vino, fácil se fue. El viaje de Jerry Yang al mando de Yahoo! llegó a su fin. No hay llantos, ni pena, sólo la urgencia de la empresa de ser capaz de elegir un sucesor a la altura del cargo. La empresa está mal, las acciones en el suelo y se perdió toda la mística. Definitivamente, el asunto no se ve fácil. Pero es quizás ese el mayor consuelo: no importa quién sea el ejecutivo que llegue, porque dicen que no lo va hacer peor que el que se va.

  • 27 Noviembre, 2008

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