Una colosal obra de 6.500 metros cuadrados descansa hace casi tres años a un costado del Instituto Nacional, prácticamente sin uso. A falta de un modelo de gestión –la mantención anual tiene un costo de 300 millones de pesos-, sin recursos estatales y con distintas visiones respecto a su administración, no ha podido convertirse en el proyecto transformador de la educación institutana para lo que fue proyectado a inicios de los 60. Hoy, el centro tiene un nuevo director ejecutivo, el ingeniero comercial Felipe Coddou. Su plan: lograr autofinanciarse y conquistar a los estudiantes en toma.

  • 18 Julio, 2019

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