Eduardo Gras cuenta aquí su historia empresarial. Una historia que nada tiene que ver con oportunismo y especulación y sí mucho con perseverancia. Gras ancló los cimientos de Socovesa hace más de 40 años en Temuco y desde allí fue tomando posiciones que lo trajeron a Santiago. Hoy, desde los varios pisos con que cuenta su hazaña empresarial, mira al horizonte, que –en lo más inmediato– tiene por delante la apertura de la compañía en bolsa. 

  • 21 Septiembre, 2007

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