A nivel planetario, ya sea en el Medio Oriente, Asia o América Latina, decenas de conflictos han tenido, tienen y tendrán su origen en el agua. El uso de ríos para riego o energía, la explotación pesquera de cientos de miles de kilómetros cuadrados de mar, el acceso a napas subterráneas y glaciares son cada vez más potentes detonantes geopolíticos. Pero no es por capricho que el agua hierve sobre la faz de la tierra. No, porque en el fondo de todo esto laten fuerzas económicas en torno a un bien que virtualmente promete transformarse en una unidad monetaria. 

  • 16 Abril, 2008

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