El Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), la Universidad Católica y el estudio de abogados Sargent & Krahn realizaron en junio el primer seminario sobre patentamiento internacional como motor de la innovación. Una de las conclusiones fue que aunque desde hace dos años rige en el país el PCT (Patent Cooperation Treaty), lo que implica una puerta de entrada para el patentamiento de invenciones en más de 145 países, todavía no se ve un interés generalizado por el uso de esta herramienta. – ¿Por qué cree que el PCT todavía no es masivo en el mercado chileno? – Su mayor o menor uso dependerá de que los chilenos comiencen a creer más en el sistema de propiedad industrial, y en particular en las patentes de invención como una alternativa de protección de sus ideas y soluciones tecnológicas. Aun así, varias instituciones y compañías nacionales que ya tenían políticas de patentamiento en marcha, con la entrada en vigencia del PCT han intensificado su labor a través de este sistema. Por ejemplo, las universidades de Concepción y Católica son las que llevan el liderazgo en este sentido. – ¿Qué tipos de productos o invenciones son los que más buscan esta herramienta jurídica? – Las líneas de investigación preferente que se siguen en nuestro país están marcadas por las áreas de expertise nacional, minería, pesca, forestal y también biología. -¿Cuánto es la pérdida económica derivada de no patentar un producto? – Es difícil de cuantificar, pero existen cientos de ejemplos de productos que pudieron ser comercializados con exclusividad gracias a la obtención de una patente y así producir grandes utilidades para sus inventores. Cualquier producto que tenga un carácter efectivamente novedoso e inventivo, y cuyas expectativas de éxito comercial sean razonables, debiera ser objeto de protección vía patente. – ¿Cómo está Chile respecto a otros países en el uso de esta herramienta? – Si comparamos por ejemplo con Perú, que entró al PCT unos días después que Chile, entiendo que su número de presentaciones PCT es menor que el nuestro. Su mayor o menor uso está marcado por la actitud general que exista en el país en cuestión frente a la propiedad industrial en general, y a las patentes en particular, como mecanismos idóneos para la protección de ideas y soluciones técnicas.

  • 29 Julio, 2011

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