El estudio Vergara Galindo Correa, especialista en materias ambientales, fue uno de los primeros en dar el paso y hace tres años creó una nueva área dentro de litigios: la penal ambiental. Apostaba a que los casos ambientales comenzarían a agarrar vuelo en las fiscalías y comenzarían a judicializarse cada vez más. Y no se equivocaron. De acuerdo a las estadísticas de las entidades vinculadas a la persecución penal –el Ministerio Público y unidades especializadas de la Policía de Investigaciones–, actualmente alrededor del 25% de los casos de esta naturaleza llega a los juzgados, lo que antes no ocurría porque la mayoría se archivaba. De hecho, se espera que el próximo año se realicen los primeros juicios orales para casos de este tipo, lo que sería una novedad en el sistema penal chileno. Pablo Ortiz, el abogado a cargo de esa área en Vergara Galindo Correa Abogados, uno de los estudios más reconocidos en matera ambiental en Chile, cuenta que el gran desafío de esta área es que, al no existir tipos penales especiales que apunten a temas relacionados con el daño a la biodiversidad y los ecosistemas, la interpretación de los tipos existentes, muchos de antigua data, queda a en primer término a criterio de los fiscales, quienes los están interpretando de un modo muy extensivo. Por eso, dice, es importante que se empiece a generar jurisprudencia en la materia para determinar con claridad hasta dónde llegará el delito ambiental.

  • 12 Agosto, 2011

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