En octubre de 2017, el New York Times publicó un artículo donde daba cuenta de algunas gárgolas rotas que tenía la famosa Iglesia, hoy destruída por un fatal incendio. Arcos oscurecidos por la contaminación, pináculos sostenidos con vigas y piedra erosionada con el viento eran algunos de los desgastes que la catedral parisiana necesitaba. 

  • 15 Abril, 2019

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