Durante la última campaña, los liberales británicos pusieron sobre la mesa un tema que desde hace un tiempo venía produciendo rechazo entre sus filas: la excesiva vigilancia que el Estado ejercía sobre sus ciudadanos a través de cámaras de seguridad. En efecto, Londres es la ciudad con más dispositivos de vigilancia de este tipo en el mundo: si a las cámaras que utiliza la policía se suman las utilizadas por el comercio privado y el transporte público, se calcula que existe una por cada 12 habitantes.

  • 30 Diciembre, 2010

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