Por: Pablo Marín Desde que se acuñara en Italia la infame fórmula que los persigue hasta hoy –“traduttore, traditore”–, les cuelga a los traductores cierta fama de traidores. Y hay quien los compara con los árbitros de fútbol: mejor es su desempeño mientras menos nos enteramos de que están ahí… Si eres suscriptor, continúa leyendo […]

  • 3 Agosto, 2017

Lo más leído