Se demoró, pero salió. Finalmente, el Consejo Norteamericano de Edificios Verdes entregó hace algunas semanas a Titanium -el emblemático edificio del arquitecto y empresario Abraham Senerman- la certificación de que se trata de una obra respetuosa con el medio ambiente. Con sus 194 metros de altura, 130 mil metros cuadrados construidos, 63 pisos y 25 ascensores, la torre comenzó a construirse en enero de 2007 y fue inaugurada en mayo de 2010. En un principio, el edificio de oficinas recibió una pre certificación LEED (Leadership for Energy and Enviromental Design), para lo cual tuvo que cumplir con una serie de requisitos que fueron evaluados con un puntaje que consideraban la sustentabilidad del sitio, eficiencia del uso del agua, calidad interior del aire, ahorro energético e innovación del diseño, entre otros aspectos. Entre las características ecoeficientes de Titanium figuran su revestimiento o muro cortina de 120 mil metros de largo, que aisla térmicamente la torre, y un sistema de aire acondicionado que racionaliza el consumo energético, haciendo que cada piso sea autosuficiente, con su propia central de frío y calor. El diseño permite ahorrar luz interior, ya que no se hace necesario prender las luces de las oficinas durante el día, y los baños consideran equipamiento de ahorro del agua. Además, los ascensores son alrededor de un 20% más eficientes que uno corriente. “Uno de los mayores desafíos fue la falta de conocimiento del tema en Chile. Estuvimos en una conferencia en Atlanta en 2005, donde pudimos ver que la sustentabilidad estaba adquiriendo gran protagonismo en la industria inmobiliaria y de la construcción. Tomamos el tema, lo estudiamos y vimos cómo podíamos aplicarlo al caso Titanium… y no nos equivocamos”, dicen en la firma.

  • 11 Agosto, 2011

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