Un pedacito de Australia, otro de México… pero, finalmente, chilenizado. En sus viajes, Rodrigo Valenzuela (a la derecha) se topó con esta idea de rolls sin palitos, un snack rico, saludable y económico. Para implementar el negocio, este arquitecto se asoció con José Masihy, el chef Eduardo Mercado y Roberto y Sebastián Ibáñez, hijos de Felipe Ibáñez (D&S Walmart).

La estrategia de Top Roll ha sido introducir carritos en universidades. Tienen tres, y un cuarto, que utilizan para eventos. “En los matrimonios ha sido un furor, las colas de gente pidiendo son interminables”, comenta Valenzuela. Los rolls se producen en la casa matriz y luego se reparten en los puntos de venta. Y la carta incluye variedades con palta, salmón e incluso envueltos en tempura. Todos, con soya o salsa agridulce, que se entregan en un tubito ideal para verterlo encima del roll.

Para posicionar la marca en el segmento adulto joven, el próximo paso será abrir un delivery. “La idea es que los alumnos lleve a sus papás a comer sushi”, explica Masihy. Para potenciar el negocio ya están pensando en asociarse con Taringa, bar de moda en Vitacura.

  • 4 Noviembre, 2010

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