Por alguna razón el chileno prefiere viajar al sur antes que al norte cuando llegan las vacaciones. Este verano, el norte nos llamó a caminar sin zapatos por su desierto, a bañarnos en playas kilométricas abandonadas, a estar a menos de 4 metros de ballenas gigantescas, a desvelarnos mirando un cielo estrellado, y lamentablemente, a ver cuán abandonada tenemos esta zona de nuestro país.

  • 11 Enero, 2019

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