Partió triturando paltas en la juguera de su mamá. Hasta que la fundió. A José Miguel Valdés, ingeniero agrónomo, no le quedó otra que instalar su propia Oster en una bodega para seguir preparando sus muestras. Y, al parecer, ya consiguió la fórmula perfecta: hoy maneja Andes Control, un laboratorio que presta servicios analíticos especializados, tales como detección de residuos de pesticidas en la fruta y en la carne.

Con una facturación de 2,5 millones de dólares al año, Andes Control es el único laboratorio chileno acreditado internacionalmente en Alemania. Cada año recibe cerca de 16 mil muestras, principalmente del sector exportador. “Como nuestros principales clientes son exportadores, hacer análisis certifi cados en origen da la garantía de que sus productos cumplen con los estándares de calidad exigidos en el país de destino”, explica Valdés.

Los planes de Andes Control –laboratorio que analizó los pesticidas presentes en el caso de los colados- incluyen un crecimiento del 50% y la consolidación de sus operaciones en países como Perú, Argentina, Ecuador, Costa Rica y Colombia.

“Si Chile quiere ser potencia alimentaria no sólo tiene que envasar los productos para exportarlos, sino que debe garantizar que sean de buen nivel”, sentencia.

  • 24 Marzo, 2011

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