Cada gerente y alto ejecutivo tiene su fórmula. Cuando se trata de firmar papeles y cheques –la mayoría de las veces, varias decenas por día- todos buscan la manera de evitar que les pasen gato por liebre y así “ejercer el debido control”, como reclamó Contraloría a la ex ministra Matte por el caso Kodama. ¿Pero cómo lo hace el presidente de la República frente a los más de 200 documentos diarios que llegan hasta su escritorio?

Conocido por su afán detallista, cuentan que Sebastián Piñera pide que le ordenen los documentos en una larga mesa y que vengan acompañados por algún responsable que le pueda responder las cuestiones básicas: ¿para qué sirve? ¿Costos involucrados? ¿La firma responde a una obligación legal o queda a criterio del presidente?, etc. Si la persona no es capaz de responder, rápido y a la primera, se vuelve con el documento al ministerio o repartición que corresponda y prepara la pega para la siguiente revisión.

  • 17 Mayo, 2011

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