Si Sebastián Piñera gana la próxima elección presidencial, con Larroulet como principal asesor, constituiría un triunfo para la SMP en un momento crítico para el neoliberalismo.


La Sociedad Mont Pèlerin (SMP), fundada en 1947 con la participación de Hayek y Friedman, ha sido para el neoliberalismo lo que la Segunda Internacional fue para el marxismo. Gracias a la capacidad organizativa de la SMP, el neoliberalismo logró convertirse en “uno de los más importantes movimientos del pensamiento económico y político de la segunda mitad del siglo XX”.

Esta es la idea que desarrolla The road from Mont Pèlerin: the making of the neoliberal thought collective (Harvard University Press, 2009). Philip Mirowski y Dieter Plehwe han reunido a economistas, sociólogos e historiadores para examinar los orígenes intelectuales del neoliberalismo, la fundación institucional de la SMP y su alcance mundial.

En la introducción, Plehwe publica el esbozo de una declaración de principios neoliberales, redactada para la SMP por Hayek y Eucken en abril del 47. Enfatiza que la mejor forma de preservar la libertad individual es mediante un mercado competitivo. Postula la libertad soberana de productores y consumidores, y afirma que “la actividad gubernativa debe ser limitada, en la medida de lo posible, por un Estado de derecho.”

También estipula que la amenaza totalitaria se funda no solo en ideas económicas, sino también morales y filosóficas. Recomienda así desarrollar un pensamiento filosófico congruente con la economía de libre mercado. Ello le ha dado respetabilidad intelectual a la SMP y ha sido crucial para sus aspiraciones hegemónicas.

Los artículos de la primera parte del libro examinan la convergencia de cuatro tradiciones nacionales en la constitución de la SMP.En Francia está su antecedente institucional inmediato, el Colloque Walter Lippman, fundado en París en 1935. El ordoliberalismo alemán, representado por Röpke, Rüstow y Eucken, contribuye con una maciza obra intelectual que se caracteriza por requerir un Estado fuerte como condición de una economía libre. Röpke sucede a Hayek en la presidencia de la SMP en 1960.

El neoliberalismo inglés postula alternativamente que la libertad económica es condición necesaria de la libertad política, y no viceversa. Con Thatcher, la SMP puede celebrar su primer triunfo político en Europa. En Estados Unidos, la escuela de Chicago intenta desmontar la institucionalidad social del New Deal y anular la preeminencia de los sindicatos. La elección de Reagan consolida la hegemonía neoliberal, que sólo la reciente crisis financiera y el derrumbe del Washington Consensus han puesto en jaque.

Los artículos de la segunda parte examinan las formas del pensamiento neoliberal y sus tensiones internas. Se discuten el modo en que se debe enfrentar al sindicalismo, el papel del Estado, la internacionalización de la economía y el lugar que cabe a la filantropía.

La tercera parte contiene trabajos que examinan la penetración de la SMP en Chile, Perú y las Naciones Unidas. De especial interés es el artículo de Karin Fisher, académica de la Universidad de Viena, que examina exhaustivamente el impacto de la SMP en Chile.

Dos reuniones internacionales efectuadas en Chile, en 1981 y 2000, manifiestan una estrecha relación con la SMP. Además, dos importantes think tanks, el CEP y el LyD, se fundan bajo su auspicio. Los principales voceros de estas instituciones, Arturo Fontaine, Carlos Cáceres y Cristián Larroulet, son miembros activos de la SMP.

Fisher examina los inicios de la presencia del pensamiento neoliberal a partir de un convenio firmado en 1956 entre la Universidad Católica y la Universidad de Chicago. En las décadas siguientes, más de 150 estudiantes chilenos completan estudios de posgrado en Chicago. Un grupo de economistas neoliberales une fuerzas con el movimiento gremialista liderado por Jaime Guzmán y se convierte en la principal fuerza de oposición al gobierno de Allende.

A partir del golpe militar de 1973, gremialistas y neoliberales colaboran para implementar el programa político y económico de Pinochet. Entre los neoliberales afines al gremialismo, Fisher menciona a Juan Carlos Méndez, Miguel Kast y Pablo Baraona. También, a dos miembros de la SMP: Fontaine y Larroulet.

La derrota política de Pinochet en 1988 no significa una derrota para el neoliberalismo. Según Fisher, “el triunfo definitivo del pensamiento neoliberal es que sus adversarios eventualmente adoptan sus ideas dándole así una nueva legitimidad”.

Si bien los neoliberales deben abandonar sus cargos gubernativos, pasan a ocupar posiciones corporativas de importancia en la sociedad civil. Fisher destaca la fundación de LyD tres semanas después de la derrota de Büchi en la elección de 1990. Si Sebastián Piñera gana la próxima elección presidencial, Larroulet, su principal asesor económico, será figura determinante de su gobierno. Ello constituiría un triunfo para la SMP en un momento crítico para el neoliberalismo, cuando ha perdido credibilidad intelectual tras el derrumbe del Washington Consensus, elaborado por John Williamson, miembro de la SMP.

Pero ese triunfo en Chile tendría también un costo para la SMP. Pondría nuevamente sobre el tapete su relación con la dictadura de Pinochet. Fisher nota que Larroulet fue jefe del gabinete de Büchi, ministro de Pinochet entre 1985 y1989.

En el postfacio al libro, Mirowski señala que la experiencia chilena ha dejado al descubierto falencias en el ideario de la SMP. Afirma que tanto el ordoliberalismo como Hayek tienen un deuda con el pensamiento de Carl Schmitt, el Kronjurist de Hitler. Schmitt sostiene que la democracia tiene un valor puramente instrumental y que un estado fuerte es condición de una economía libre. Gremialistas y neoliberales adoptan estas ideas para legitimar la dictadura de Pinochet

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