De chaqueta de cuero negra –taquillera y concertacionista–, está instalado en su oficina, en El Golf. Sobre su escritorio, un Mac que le habla para darle la hora. Alrededor, fotos de su vida política: sentado en el gabinete de la UP. Tiene buen humor este empresario-exitoso-ex marxista. Se ríe fácil y en paz. Pero tiene también una mirada profunda. Del que ha recorrido una vida con mucho para contar. Por María José O’Shea C.; Fotos, Elisa Bertelsen.

 

  • 2 Mayo, 2011

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