No sólo a las esquivas AFP y fondos de inversión chilenos deberá enfrentarse la plana mayor de Enersis por el polémico aumento de capital por más de 8 mil millones de dólares anunciado la última semana de julio por la empresa eléctrica.

Los controladores de la compañía, que pretende financiar la operación aportando activos en la región, deberán persuadir también a casi una cincuentena de organizaciones religiosas católicas y evangélicas que mantienen parte de su patrimonio invertido en las acciones de la compañía que opera en los negocios de generación, transmisión y distribución de energía en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Perú.

En Enersis, con menos del 1% de la firma, hay recursos invertidos por parte del Arzobispado de Santiago, los obispados de San Felipe y Valparaíso, las monjas franciscanas, salesianas, adoratrices, varias parroquias y otras 18 entidades ligadas a la Iglesia Católica.

Mientras que por el lado de los protestantes, existen 16 corporaciones religiosas que declaran mantener activos en la firma. Entre las iglesias evangélicas accionistas de Enersis figuran los pentecostales, metodistas, prebisterianos coreanos, evangélicos Bethesda, evangélicos de Vitacura y evangélicos primitivos, entre otros.

La enorme lista de accionistas de la compañía –y sobre todo su heterogeneidad- augura que la firma de capitales españoles deberá desarrollar una perseverante labor de “seducción”. Entre sus inversionistas figura casi todo el mercado financiero chileno y los grupos empresariales más poderosos del país.

  • 31 Julio, 2012

No sólo a las esquivas AFP y fondos de inversión chilenos deberá enfrentarse la plana mayor de Enersis por el polémico aumento de capital por más de 8 mil millones de dólares anunciado la última semana de julio por la empresa eléctrica.

Los controladores de la compañía, que pretende financiar la operación aportando activos en la región, deberán persuadir también a casi una cincuentena de organizaciones religiosas católicas y evangélicas que mantienen parte de su patrimonio invertido en las acciones de la compañía que opera en los negocios de generación, transmisión y distribución de energía en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Perú.

En Enersis, con menos del 1% de la firma, hay recursos invertidos por parte del Arzobispado de Santiago, los obispados de San Felipe y Valparaíso, las monjas franciscanas, salesianas, adoratrices, varias parroquias y otras 18 entidades ligadas a la Iglesia Católica.

Mientras que por el lado de los protestantes, existen 16 corporaciones religiosas que declaran mantener activos en la firma. Entre las iglesias evangélicas accionistas de Enersis figuran los pentecostales, metodistas, prebisterianos coreanos, evangélicos Bethesda, evangélicos de Vitacura y evangélicos primitivos, entre otros.

La enorme lista de accionistas de la compañía –y sobre todo su heterogeneidad- augura que la firma de capitales españoles deberá desarrollar una perseverante labor de “seducción”. Entre sus inversionistas figura casi todo el mercado financiero chileno y los grupos empresariales más poderosos del país.

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