El sector del Complexo do Alemão, en Río de Janeiro, era considerado como la “franja de Gaza carioca” al concentrar el 40% de los delitos cometidos en toda la ciudad. Con la llegada de militares a la zona, planificada por el gobierno de Lula Da Silva, comenzó el proceso de pacificación de esta favela y el desarrollo de la actividad comercial, la que antes estaba en manos de los mismos delincuentes.

Fue así como el Banco Santander decidió probar suerte e instalar una sucursal en la zona, flexibilizando los requisitos para abrir una cuenta. Si el ingreso promedio exigido a un cliente es de 570 dólares al mes, la nueva filial pide acreditar un salario mínimo de 286 dólares al mes. Hasta ahora, el balance de la apuesta ha sido positivo: el 97% de los préstamos presenta pago al día y la sucursal ya cuenta con 2 mil clientes de la favela.

  • 1 Agosto, 2012

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