El paso de Cabo de Hornos es uno de los mayores desafíos de la navegación marina, uno de los trayectos más difíciles del mundo. Y es, también, una de las pruebas que deben pasar los aspirantes a oficiales reservistas de la Armada de Chile, entre los que se encuentran conspicuos ejecutivos y empresarios.

Aurelio Montes, presidente de Viña Montes, es uno de los postulantes que ha hecho el curso este año: “siempre pasar por Cabo de Hornos es un riesgo, y uno se pone nervioso”, admite el empresario (y avezado velerista) que se embarcó a fines de julio para realizar el complejo trayecto por el lugar en que se unen los océanos Atlántico y Pacífico. “Debe ser la ruta más difícil del planeta”, agrega.

Junto a Montes, asistían en esta oportunidad altos ejecutivos y abogados como Felipe Hurtado y Gonzalo Grez. Las disciplina es estricta y los aspirantes deben cumplir una dura rutina, y siempre mantener la verticalidad del mando y cuadrase ante sus superiores, sin importar que por edad hasta podrían ser sus hijos. Sin embargo, también hay espacio para la camaradería, sobre todo en el momento de la cena.

Montes, de hecho, llevó algunas botellas de Montes Alpha, uno de sus vinos más aclamados, para descorchar en un momento de distensión. Pero, claro, la mayor parte del tiempo estarán dedicados a ejercicios de alta exigencia.

  • 1 Agosto, 2012

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