El “yo no soy candidato a nada y no tengo ninguna preocupación de serlo” de Laurence Golborne sería suficiente como para descartar una estrategia electoral. Pero con un 90% de conocimiento, 85% de respaldo popular y encuestas que lo posicionan como el único representante de la centroderecha capaz de impedir el retorno de Bachelet, esa opción parece inviable. Así lo han entendido el propio biministro y un equipo que cuida mejor sus pasos y analiza las rutas a seguir. Por María José O’Shea C.; fotos, Verónica Ortiz.

 

 

  • 17 Mayo, 2011

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