Ser director ya no es jauja. O sea, está bien, en algunos casos puede que siga siendo así, pero el hecho es que cada vez lo es menos. Hoy, la norma en las empresas es pedir y rendir cuentas, cuestión que puede incubar tensiones como paralizar a las gerencias o judicializar los debates internos.

  • 21 Julio, 2009

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