Cuando uno recorre por primera vez los caminos interiores de La Araucanía, debe preocuparse de conducir cuidadosamente porque cualquier bache o curva puede hacer salir el auto del camino, lo que no permite tener mucha preocupación por el entorno. Pero cuando se viaja varias veces por esas rutas, se advierte un paisaje único: aparecen las araucarias, los campos verdes, los volcanes, los lagos, los pellines, los dihueñes.
Por Pedro Claro, gerente de desarrollo de Energía Llaima
Foto: Verónica Ortíz

  • 20 Diciembre, 2018

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