En 2014, Nicola Schiess creó el colegio Kopernikus en Frutillar. Los primeros años fueron de “rodaje” hasta que, en 2015, dieron con la fórmula que define su malla académica: educación creativa y pensamiento crítico. Este año, la empresaria creó Kopernikus Lab para asesorar a otras escuelas que opten por esta corriente: ya están implementando el método en las 13 escuelas públicas de la comuna. “A punto de cumplir seis años, nos emociona que otros colegios hayan reconocido la necesidad de hacer un cambio en la educación chilena”, dice Schiess.

  • 14 Noviembre, 2019

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