Jeannette von Wolfersdorff se autoimpuso una misión: incentivar a las personas más ricas de Chile a donar parte de su patrimonio. “No es filantropía. Es capital social”, aclara. Dejó la su cargo como directora de la Bolsa para dedicarse a este y a otro proyecto en que será puente entre empresarios y gobierno. Dice que una sucesión de episodios la condujeron a este camino: su experiencia como ciudadana sin privilegios en su Alemania natal, su complicada gestión en el Hotel Hanga Roa y ser parte de la elite.

  • 5 Diciembre, 2019

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