Fue uno de los últimos hitos del gobierno de Bachelet: el acuerdo por la reforma que prometía revolucionar la (no) preocupación verde de los chilenos. Se crearon un ministerio, un servicio de evaluación ambiental y una superintendencia. Cambios positivos, se ven. Al menos, en los medios. Pero, claramente, estamos frente a una cosecha atrasada. Los tribunales ambientales están en el Congreso desde noviembre de 2009 y la pelea política por quién tiene a su cargo la conservación de los recursos naturales parece que recién comienza.

  • 12 Agosto, 2011

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