De almacén sofisticado a comedor chileno. El Emporio La Rosa pasó de las pastas italianas y las salsas de calamar a la carbonada, el plátano con miel y el pan con palta. Una transformación que Teresa Undurraga, su hermano Francisco y su tío José Miguel Gazitúa ahora agradecen. Hoy este negocio, que partió en 2001 sin grandes pretensiones, ya cuenta con siete locales, está ad portas de iniciar su modelo de franquicias para expandirse por Chile y factura nada menos que 6,5 millones de dólares.

  • 29 Marzo, 2012

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