El ingeniero comercial Felipe Hirschberg es un “busquilla” profesional. Su especialidad es encontrar prendas, exclusivas que sean o hayan sido, referentes de moda tanto en el cine como en la música. Algo que en Chile es prácticamente imposible de ver. Después de recorrer varias tiendas vintage en ciudades como Londres, Berlín o Nueva York, decidió que quería replicar ese concepto en el país, pero sólo con marcas de primer nivel. Invitó a sus amigos de toda la vida a participar del proyecto –el arquitecto Sebastián Coll y los abogados Alejandro Awad y Francisco Molina- y a fi nes de abril pasado abrieron la tienda boutique Artista del Hambre, en pleno barrio Santa Lucía. En sus vitrinas es posible encontrar chaquetas Belstaff, abrigos Aquascutum, trajes Paul Smith, carteras Gucci o Marc Jacobs y zapatos Bally o Ferragamo, entre otros clásicos mundiales de la moda. Hirshberg, quien asumió como gerente general, explica que su propuesta es nueva en Chile, “ya que junta por primera vez en un solo espacio marcas de gran envergadura, con un nivel de selección muy estricto y bajo una propuesta de diseño similar a las boutiques de las grandes capitales del mundo”.

  • 17 Julio, 2011

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