La necesidad de reformar el sistema penitenciario es tan antigua como su creación, aunque el debate salga a la luz sólo cuando se produce un hecho dramático: una fuga, un motín o un incendio con más de 80 muertos. La historia enseña que hay muchas buenas intenciones pero poco realismo para enfrentar el tema. Por Alejandro San Francisco

 

  • 27 Diciembre, 2010

Lo más leído