Mi primera lectura de Philippe Claudel fue La nieta del señor Linh y, claro, abuelo reciente de una niña preciosa, la disfruté, aunque debo reconocer que se trata de una obra menor. Me gustaron su lenguaje simple, que llega a veces a la ingenuidad, y también la ternura del señor Linh, así como su peculiar amistad con un hombre prácticamente desconocido. Como mar de fondo, la guerra (supuestamente, Vietnam contra los franceses). Por Luis Larraín

  • 15 Diciembre, 2011

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