Aunque la mujer ha generado una poderosa revolución social ahora en marcha y que amenaza cambiar todos los roles de mando, aún estamos en una sociedad patriarcal. Recientemente estuve en un congreso de psicología junguiana en Brasil, donde había 500 mujeres y 100 hombres. En la testera de la inauguración, sin embargo, había 8 hombres y dos mujeres.

Este modelo no durará mucho. Antes del fin de este siglo la sociedad estará dominada por la nueva mujer alfa. Este cambio de roles ha sido patrocinado fundamentalmente por la tecnología, que fue facilitando la vida en el rol tradicional de la mujer, dándole tiempo para sí, ayudando en las tareas manuales del hogar, y abriéndole espacios de diversas maneras. Para algunos autores la máquina de lavar (simbólicamente) ha hecho más por la mujer que la píldora anticonceptiva. La tecnología simplemente barrió con la diferenciación física entre el hombre y la mujer: ellas pueden hoy manejar camiones, aviones, ir a la guerra o hacer cualquier cosa que deseen. Las máquinas son las que mueven las cosas, no la fuerza de las personas.

Así, la tecnología dejó la competencia de sexos en el terreno intelectual, emocional, y luego espiritual. En todos esos campos, queridos amigos, nos dan la gorda. Sin embargo, ellas aún están presas del embarazo, y eso ha demorado su camino al poder, pero los úteros artificiales están a 35 ó 40 años de distancia, y ya existen en forma experimental. De hecho, ya hay mucha reproducción humana que es tecnológicamente asistida. Ya se incuban seres humanos fuera del útero materno. En fin, es cosa de tiempo y precio. Mejor no negarlo más allá de si nos gusta o no. No condenen al mensajero. Lo importante es que cuando accedan al poder total, apoyadas en la tecnología, como ocurrirá, lo hagan de una manera no patriarcal, porque de lo contrario no tendría sentido. Digo eso, porque para competir con el hombre lo han hecho en sus reglas, y cuando llegan a mandar, en general, lo hacen de manera patriarcal -y hasta enfatizándolo- para sobrevivir en el sistema.

Pues bien, se producirá un inevitable cambio de roles, y la mujer se hará cargo del poder, lo que significa que tendrá que haber un giro equivalente en el otro sexo. Mucho se habla de la mujer nueva, pero poco del hombre compatible con ella. Evadimos el tema como si no existiera. Es tiempo de iniciar la discusión.

El macho alfa tradicional es el fuerte, el dominante, el protector. El que somete por la fuerza o el poder a todos sus adversarios. Es el atleta, el fortachón, el buenmozo, el divertido, el que resiste mucho alcohol y los golpes. En suma, el choro de las playas.

Ese prototipo de macho hoy es gusto de mujeres realmente muy básicas, quizás de la farándula, el reality, o el carrete en términos simbólicos. La mujer realmente “power” no los mira mucho, quizás a veces como trofeo sexual y hasta ahí llegan. Un comportamiento que era propio de los machos. Por eso, los machos que quieran capturar a las mejores mujeres de este tiempo, deben cambiar sus estrategias si quieren ser atractivos para ellas. Deben aceptar que la mujer trabaje, a veces que gane más, que pueda ser más importante socialmente, que tenga sus propias opiniones, que no quiera cocinar, que esté hiperconectada, que sea empresaria, que tenga sus propios amigos y muchos espacios de independencia. El nuevo macho debe compartir el cuidado de los hijos, y aceptar que ella tenga sus propias ideas, incluso sobre la sexualidad.

Así empieza el camino al macho omega, ese que es compatible con la mujer moderna poderosa. Hoy los identificamos erróneamente como nerds, pero ahí está la semilla. El personaje simbólico de este tipo es Steve Jobs. El artista creativo pero exitoso, el empresario alternativo, el músico de la nueva música, el que apoya las causas sociales y la ecología. El que sube a las montañas solitarias. El que tiene amigos gay. Nada que se parezca al macho alfa tradicional.

En síntesis, la revolución de la mujer en el siglo XXI la está llevando a hacerse cargo de la sociedad. Su aliada ha sido la tecnología, y con ésta gobernará. Esta nueva mujer alfa no es compatible con el macho alfa clásico. Necesita un hombre nuevo, que yo he llamado el macho omega, un nerd evolucionado al que debemos prestar especial atención. •••

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