La respuesta chilena a la protesta peruana por el supuesto caso de espionaje fue suficiente como para calmar los ánimos y recuperar el diálogo diplomático. Pero no se deje engañar: el escenario más probable incluye nuevos conflictos, al menos hasta que La Haya complete su proceso. Mientras tanto, el empresariado sigue su marcha.

  • 9 Diciembre, 2009


La respuesta chilena a la protesta peruana por el supuesto caso de espionaje fue suficiente como para calmar los ánimos y recuperar el diálogo diplomático. Pero no se deje engañar: el escenario más probable incluye nuevos conflictos, al menos hasta que La Haya complete su proceso. Mientras tanto, el empresariado sigue su marcha.

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