Aunque todavía no se ha firmado el contrato final entre BTG Pactual y Celfin, desde el 1 de enero ambos bancos comenzarán a trabajar como si ya fueran uno solo. Esto implicará que las dos entidades empezarán a comunicarse entre sí y a conectarse en el manejo de sus operaciones. La etapa final de la alianza entre ambos -que contempla canje de acciones entre los socios y que Celfin se transforme en subsidiaria del banco brasilero -está ya en manos de los abogados, quienes afinan los últimos detalles.
Se espera que durante el verano pueda salir humo blanco. Sin embargo, con ello no terminarán todos los trámites de la fusión, porque aún habrá que esperar la aprobación del Banco Central de Brasil. Esta entidad debe visar cualquier operación de fusión y adquisición que realicen los bancos de ese país, diligencia que puede demorar varios meses. Sin ir más lejos, los socios de Munita, Cruzat y Claro, que anunciaron su asociación con Itaú para crear un banco de inversiones en agosto pasado, están aún a la espera de esta última gestión para dar por cerrado definitivamente el deal.

  • 27 Diciembre, 2011

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