Catalina Phillips cuenta que su cercanía con el cultivo de árboles nativos surgió hace justo diez años, cuando visitó el parque La Campana con su marido. Lo que vio allí la sensibilizó sobremanera. La palma chilena estaba en serios aprietos por su difi cultad para reproducirse en forma natural. Sin pensarlo mucho, empezó a trabajar algunas plantas en la casa de sus papás y agregó otras especies, como el Belloto. Después estuvo un par de años fuera y trabajó como paisajista en Inglaterra, donde buena parte de quienes se dedican a esta profesión posee viveros propios. Así, al regresar a Chile montó también el suyo en La Reina, motivada por la idea de preservar especies nativas e incorporarlas en los jardines que diseña. Cuenta que la recepción ha sido muy positiva y que la demanda va en aumento; principalmente, porque tienen mejor adaptación al pertenecer al hábitat local -por lo que requieren menos cuidados-. Actualmente maneja alrededor de 19 especies nativas -dentro de un abanico de 65 que opera en su vivero-, entre las que destacan canelos, palmas, bellotos, algarrobos, peumos, quillayes, espinos y guayacanes. Todo un mundo.

  • 20 Abril, 2011

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