Dicen que las comparaciones son siempre odiosas. Que las empresas viven realidades distintas y que éstas se incrementan cuando se trata de firmas estatales y tan emblemáticas como Codelco. Pero la idea es medirse en grande y, para ello, la minera tiene un referente incómodo: la brasilera Vale, abierta al mercado y comprando competidores para mantenerse al tope del mercado mundial.

  • 19 Marzo, 2008


Dicen que las comparaciones son siempre odiosas. Que las empresas viven realidades distintas y que éstas se incrementan cuando se trata de firmas estatales y tan emblemáticas como Codelco. Pero la idea es medirse en grande y, para ello, la minera tiene un referente incómodo: la brasilera Vale, abierta al mercado y comprando competidores para mantenerse al tope del mercado mundial.

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